Durante
el frío es común que ciertos agentes como los cambios bruscos de temperatura,
la presencia de polen, polvo y humo en el ambiente, así como la humedad y otros
agentes alérgenos, aumenten la incidencia de padecer rinitis alérgica
estacional, sobre todo en niños pequeños y adultos mayores.
Carlos Alberto
Gutiérrez Muñoz, asesor médico, adscrito a la Jefatura Delegacional de
Prestaciones Médicas, explicó que la rinitis alérgica estacional es una
inflamación de las paredes nasales provocada por el contacto con agentes
desencadenantes y que sin un manejo médico adecuado, merman la calidad de vida
de quien la padece.
Picazón en
la nariz, estornudos, líquido nasal claro y sensación de nariz tapada son las
principales características, acompañados a menudo de molestias en paladar, conductos
auditivos y ojos, cansancio, dolores de cabeza, sensación de mucosidad en la
parte posterior de la garganta, dificultad para concentrarse y dormir, así como
pérdida del olfato,
El
especialista del IMSS advirtió que por lo general la rinitis alérgica
estacional suele confundirse con resfriado, sin embargo un catarro común tiende
a durar un par de semanas, pero si en cuatro semanas o más no desaparecen los
síntomas, puede tratarse de una rinitis alérgica.
Abundó
que la mejor arma contra este padecimiento es la prevención, por lo que la
reducción a la exposición a los agentes que causan las alergias puede ayudar a
reducir o eliminar la presencia de la reacción, de igual forma es importante
evitar los “enfriamientos bruscos”, así como permanecer durante mucho tiempo en
espacios confinados y poco ventilados donde existe una gran cantidad de polvo y
humedad, evitando hacer ejercicio en espacios al aire libre con mucha
circulación de viento, limitar el contacto con mascotas, alfombras y juguetes
de peluche, además de abrigarse adecuadamente.
Pero
sobre todo es de suma importancia no consumir medicamentos sin la supervisión o
prescripción de un especialista médico, sobre todo aquellos que atacan los
síntomas como los antihistamínicos ya que estos pueden enmascarar las señales
de una enfermedad aún más compleja o agresiva.
Por
último Gutiérrez Muñoz exhortó a los padres de familia y personas de la tercera
edad a acercarse a su UMF de adscripción para recibir control médico en caso de
que ellos mismos o miembros de su familia sufran algún trastorno alérgico tal
como la rinitis o la conjuntivitis alérgica.
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